Del Caos surgió la primera realidad sólida: Gaia, la Tierra. Ella dio un sentido y un orden al Caos, e instaló en él el suelo, escenario de vida
Después vino la Noche; la tiniebla profunda.
Y debajo de la Tierra, el Erebo (el crepúsculo), morada de las sombras.
Gaia creó un ser igual a ella, Urano, el Cielo estrellado. También creó a las Montañas y al Mar
La Noche engendró al Éter y el Día, claridad de los mortales, que se alterna con su madre para no cansarla.
Aparece Eros, por el que ninguna fuerza podría engendrar nada sola.
Por ello, Gaia se unió a Urano, creando con él numerosos hijos.
Gaia tuvo inicialmente doce hijos, seis varones y seis mujeres, los Titanes y las Titanias
Destaca Cronos; él es el dios del Tiempo, y le toca revolucionar la naturaleza, alterar el escenario de vida, quitando de él a su propio padre.
Cronos es insaciable. El Tiempo devora todos: seres, monumentos, destinos. Sin piedad.
Urano detesta, más que a los Titanes, a los Cíclopes y a los Hecantoquiros. Por ello les obliga a vivir en el vientre de Gaia, sin ver la luz.
Gaia sufre por esto, por lo que empieza a odiar a su celeste esposo.
Llama a los Titanes, y les pide que la ayuden a destronar a Urano.
Solo Cronos acepta el encargo, prometiendo a Gaia que la vengará. Ella le entrega la afilada guadaña que tenía preparada.
Cuando Urano se acerca para fecundar a Gaia, Cronos se arroja sobre él, y lo vence.
Urano sangra y se retuerce. Un grito de dolor suena en todo el mundo.
Los genitales de Urano vuelan por el espacio. En el mar, los órganos con el semen expelido forman una espuma de la surge Afrodita (Venus).
En la Tierra, la sangre da lugar a las Melíadas y a las Furias
Todo el poder del mundo pertenece a Cronos. Este se une a Rea (Cibeles), su hermana, pero se va comiendo a todos sus hijos, para que no le destronen.
Sólo una de esas criaturas escapó a su voracidad y le destronó: Zeus (Júpiter), el poderoso olímpico.
MARTÍN.
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